Nómina electrónica: ¿es obligatorio imprimir en papel las nóminas?
La nómina electrónica ha llegado para facilitar y agilizar los trámites a las empresas. En la rutina de las empresas, cuando llega el momento de pagar las nóminas a los empleados, tradicionalmente se imprimían dos copias, una para el empleado y otra que almacenaba la empresa.
Este tipo de trámite, no hace más que ralentizar el proceso en el departamento administrativo y provocar el consiguiente costo de almacenaje de la nómina física. Pero, ¿realmente es obligatorio imprimir las nóminas?
El Tribunal Supremo confirma que no es obligatorio un formato físico
En el Estatuto de los Trabajadores se recoge la norma de cómo se debe informar al trabajador del pago de la nómina, textualmente se cita en este documento: “La documentación del salario se realizará mediante la entrega al trabajador de un recibo individual y justificativo del pago del mismo. El recibo de salarios se ajustará al modelo que apruebe el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, salvo que por convenio colectivo o, en su defecto, por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores, se establezca otro modelo que contenga con la debida claridad y separación las diferentes percepciones del trabajador.”
En este Estatuto se apoya el Tribunal Supremo para definir que tanto el formato físico, como el formato electrónico es válido y legal para informar de la nómina al trabajador.
Metaposta: envía, recibe y custodia las nóminas
Con la solución de buzones METABOX, el emisor podrá crearles un buzón privado y seguro para recibir, exclusivamente, las nóminas que les envíe.
El propio emisor gestiona desde Metaposta Delivery los buzones que desea generar para cada uno de los receptores a los que desee enviar documentación.
Para archivar las nóminas electrónicas, es necesario disponer de un sistema de almacenamiento que garantice la integridad de esos documentos a lo largo del tiempo, independientemente de la evolución de los estándares documentales.
METAPOSTA, a través de la custodia legal, garantiza que los documentos no han sido alterados desde su firma y, ante un proceso judicial, ofrece las evidencias electrónicas necesarias para demostrarlo.